
Agentes de la Policía Nacional han desmantelado un punto de venta de cocaína en un local de ocio de la ciudad de Huesca. Entre los efectos incautados han aparecido 500 gramos de cocaína en un paquete escondido en el filtro de aire, así como otros 47 gramos de la misma droga, sustancias de corte, útiles para su distribución y 2.700 euros en efectivo.
La investigación se inició al conocer que en dicho establecimiento se podían estar llevando a cabo la venta al menudeo de sustancias estupefacientes, algo que los agentes pudieron determinar. La comercialización se estaba realizando por parte del propietario y de los camareros, ha informado la Policía Nacional en nota de prensa.
Además, los policías comprobaron que las ventas también se hacían por encargo en la vía pública, trasladándose uno de los camareros en bicicleta para realizar estos repartos. Este mismo empleado continuaba el comercio de cocaína desde su domicilio, realizando las transacciones en las inmediaciones del mismo.
En el transcurso de la operación, se pudo constatar el regente del bar había viajado a Barcelona para proveerse de mercancía, por lo que los agentes interceptaron el vehículo que conducía en el viaje de regreso a Huesca. Así, durante la inspección del mismo por parte de guías caninos, el perro policía indicó que bajo el capó del coche había sustancia estupefaciente.
Al pedirle al conductor que abriera el capó, no consiguió hacerlo manualmente, ya que él mismo había modificado el sistema de apertura, fingiendo que había sufrido un golpe con un jabalí y se había quedado averiado. En el filtro de aire había un paquete que contenía 500 gramos de cocaína.
En el registro del bar y de los domicilios de los encartados, se aprehendieron otros 47 gramos de cocaína, sustancias de corte, útiles para su distribución y 2.700 euros.
Los tres investigados, regente y dos camareros, han sido detenidos como autores de un delito contra la salud pública, y puestos a disposición del juez instructor, que ha decretado el ingreso en prisión de todos ellos.