El área de Infraestructuras del Ayuntamiento de Zaragoza va a reforzar el alumbrado público en varias zonas verdes de las riberas a partir de este fin de semana y hasta el próximo 18 de octubre. La medida forma parte del dispositivo de seguridad puesto en marcha para evitar la concentración de personas por la noche y el botellón en parques y riberas.
En concreto se va a reforzar la iluminación en el parque de Macanaz, en la margen izquierda; y el parque de San Pablo, en la margen derecha. En ambas zonas se van a instalar proyectores con nuevos puntos de luz más
elevados que permitan cubrir las zonas verdes y no solo las áreas de tránsito que habitualmente están iluminadas.
Asimismo, se refuerzo la zona del Náutico en el paseo Echegaray y Caballero, donde se van a colocar tres proyectores para iluminar las zonas internas más pegadas al río.
En la zona verde de la avenida José Atarés, junto al Puente de la Almozara, se van a instalar varios proyectores en el puente que alumbrarán la ladera verde situada en la avenida.
El refuerzo de la iluminación en esta parte de la ciudad se suma al resto de medidas que ha adoptado el Ayuntamiento de Zaragoza, en el marco de la Junta de Seguridad Local, para evitar actos o eventos que puedan generar aglomeraciones o invitar a la concentración de la ciudadanía.
La policía vallará la Plaza del Pilar
Las Fuerzas de Seguridad vallarán la plaza del Pilar de Zaragoza para controlar el aforo durante los actos religiosos celebrados en la basílica y para evitar aglomeraciones en las inmediaciones de dicha ubicación. La colocación de estas vallas para formar filas de entrada y salida del templo se producirá entre este viernes y este sábado.
Así lo ha manifestado en declaraciones a los medios de comunicación el subdelegado del Gobierno en Zaragoza, Fernando Beltrán, antes de presidir la reunión celebrada este jueves en la sede de la Delegación del Gobierno en Aragón para constituirse el Centro de Coordinación, con motivo de los días en torno al puente del Pilar, para el seguimiento de las medidas sanitarias frente a la COVID-19 y su cumplimiento. En dicho encuentro también ha estado presente la concejala delegada de Policía Local del Ayuntamiento de Zaragoza, Patricia Cavero.
Debido a la previsión de afluencia de personas desde este viernes, 9 de octubre, hasta el próximo día 14 –fechas en las que se habrían celebrado las fiestas patronales de Zaragoza–, en la plaza del Pilar se va a poner en marcha un plan «muy dinámico».
En referencia a la entrada a la basílica del Pilar, ha explicado que se ordenarán con filas de vallas las entradas a los actos religiosos, que se realizarán por la Puerta Alta con salida por el paseo Echegaray y Caballero. Mientras, la entrada y salida a la Santa Capilla se llevará a cabo por la Puerta Baja.
Control de aforos
Asimismo, el Cabildo hará controles de aforo, con un conteo de las personas que están dentro del templo y, en las inmediaciones de la plaza, las Fuerzas de Seguridad controlarán que se mantienen unos «niveles aceptables» de circulación de personas en esta plaza, que cuenta con 18.000 metros cuadrados.
Según ha explicado el subdelegado del Gobierno, «si viéramos que hay aglomeraciones que impiden físicamente esas distancias deseadas entre las personas, entonces se procedería a un vallado total de la plaza y a un control de los aforos que pueden estar el interior de la basílica». «Evidentemente el 11 y 12 de octubre son los días que hay que prestar más atención», ha añadido.
Beltrán ha asegurado que las vallas ya preparadas en las calles laterales de la plaza del Pilar, «de manera que ya cada cuerpo policial tiene una planificación, porque Policía Local se encarga de una parte y Policía Nacional de otra, para disponerlas». En este sentido, se ha elaborado un plano en el que se indica la localización de estos elementos de retención.
Presencia policial
En cuanto a la presencia policial prevista para estos días, Beltrán ha comunicado que está previsto «tener toda la presencia policial posible», tanto de Policía Nacional y Policía Local, como de la Guardia Civil, que se ocupará de la parte de tráfico de los barrios rurales, «con el cien por cien de las plantillas», ha apuntado.
Asimismo, en dicha reunión se van a revisar las posibles unidades de apoyo que pudiesen necesitarse en el caso que fuera necesario, «aunque en principio entendemos que no va a ser así», ha recalcado.
Además de supervisar el estado de la plaza del Pilar, se desarrollarán controles para que no se produzcan comportamientos incívicos en las riberas del río Ebro, en parques de la ciudad y en zonas urbanas «donde se ha detectado que últimamente hay un poco más de movimiento juvenil», como el distrito de La Romareda o la zona de GranCasa, así como una revisión del tráfico.
Mensaje de responsabilidad
El subdelegado del Gobierno ha considerado que los mensajes de responsabilidad emitidos desde las instituciones y los medios de comunicación han calado en la ciudadanía zaragozana.
«Estas fiestas del Pilar son muy diferentes a lo que hemos vivido otros años en Zaragoza, toca quedarse en casa, toca reflexionar que la situación sanitaria en Aragón ahora está contenida, pero podría dispararse si se produce algún descuido», ha detallado Beltrán, quien ha resaltado que «la situación sanitaria en el país no está todavía controlada y que lo que hay que hacer es mantenerse cada uno en casa, evitar celebraciones».
EP