Entidades como Yesa+No y Asociación Río Aragón han desvelado este viernes unos importantes datos relativos al movimiento de la ladera en Yesa tras las interminables obras de recrecimiento.
Ahora con la nueva herramienta Copérnicus afirman que se ha podido saber que «estos resultados se ven confirmados e incluso agravados». Con ella se corrobora que la masa deslizada se sigue deteriorando, debido principalmente a cuatro procesos simultáneos:
1. Rebote elástico (al haber quitado peso) en la zona alta con hundimiento en la parte baja. 2.
Se producen movimientos horizontales hacia el oeste aguas abajo y hacia el este aguas arriba.
3. Los ciclos embalse-desembalse mueven el terreno arriba y abajo y con la pendiente reptan.
4. Se van formando más zonas de fricción, tensión y fractura en el seno de la masa deslizada.
«La gravedad de lo señalado se incrementa considerablemente si tenemos en cuenta que, por ello, la estructura sobre la que se asienta la presa de Yesa es cada día más porosa para episodios de grandes lluvias, lo cual fue una de las causas de la desestabilización en la crisis de 2013. En cuanto a la Sismicidad, para calcular el riesgo potencial, la aceleración básica en Yesa se consideró de 0,04 g. Sin embargo, en 2012 el IGN publicó una actualización en la que se determinaba el valor de 0,09 g. Es especialmente relevante lo apuntado en 2019 por el profesor y especialista italiano Luciano Picarelli cuando en un informe escribía “Teniendo en cuenta el bajo factor de seguridad de la masa del suelo debido a la presencia de distintas superficies de corte, los efectos potenciales de un terremoto son un aspecto completamente diferente del problema para manejar con cuidado y habilidad” «, han indicado.
Subraya que «la importancia de estos dos factores cobra una especial relevancia al contemplar lo ocurrido estos días en la comunidad de Madrid, Grecia, Marruecos o Libia pero, lejos de ello, las obras de Yesa se pretenden continuar con el incalificable método de “Ensayo y Error”. Las 5000 personas que veríamos como las vemos hoy en la ciudad libia de Derna, arrasada por la rotura de dos presas, parecen importar poco a los impulsores, contra viento, marea y racionalidad, de las obras de recrecimiento de Yesa».
«El pasado mes de abril un informe encargado por el Ayuntamiento de Sangüesa concluía “Mientras existan desplazamientos en la ladera derecha y dadas las limitaciones de la auscultación actual, con notables incertidumbres sobre la dinámica de detalle de la ladera y sobre el margen de seguridad necesario para prevenir los efectos de los seísmos o de otras circunstancias desfavorables, no es adecuado variar los niveles de agua en la zona y, por tanto, se recomienda que no se proceda al llenado del recrecimiento de la nueva presa de Yesa.”, indican desde estas plataformas.
«Es hora de hacer caso a la razón, el principio de precaución y la racionalidad en el uso de los recursos públicos. Por ello el recrecimiento de Yesa debe ser desestimado de forma definitiva», finalizan.