La nueva Casa Abierta para mujeres sin hogar de Zaragoza ha abierto sus puertas este martes, 26 de octubre, en la calle Barrioverde, a escasos metros del albergue municipal, en el distrito del Casco Histórico.
Se trata de un proyecto impulsado gracias a la colaboración entre el Ayuntamiento de Zaragoza y la Obra Social de la Parroquia del Carmen, dirigido a mujeres en situaciones de sinhogarismo cronificado, que por su deterioro físico o psicológico requieren de una atención específica, en recursos distintos al Albergue o a los pisos tutelados.
Se sigue así el modelo de la Casa Abierta de hombres, que desde hace años presta servicio en instalaciones anexas al albergue municipal. La apertura de un equipamiento de este tipo para mujeres da respuesta a una demanda histórica de las entidades que trabajan con este colectivo, que el Ayuntamiento de Zaragoza se comprometió a impulsar en esta Corporación, tal y como ha recordado el consejero municipal de Acción Social y Familia, Ángel Lorén.
En declaraciones a los medios de comunicación, Lorén ha señalado que es un recurso que no tenía la ciudad y era «absolutamente necesario», además al estar próximo al albergue los servicios se realizarán de forma coordinada. «Es un reto y una deuda histórica que había y supone adaptarse a esta realidad y tenemos que volcarnos con este colectivo que es especialmente vulnerable».
Lorén ha explicado que se está haciendo el proceso de selección de forma coordinada entre el albergue y la parroquia del Carmen. «Esa colaboración público-privada con el tercer sector es fundamental para que las políticas sociales lleguen a todos», ha defendido.
Tras recorrer las instalaciones ha comentado que este es el primer paso para personas con una situación cronificada de la vida en la calle y se incorporarán a las actividades del albergue, los talleres ocupacionales y un itinerario de inserción claro y con objetivos muy concretos sobre los que se darán explicaciones, ha asegurado.
El planteamiento de estancia es permanente porque es el primer paso y se busca que sea un camino para que puedan pasar formar parte de los residentes del albergue, y que este sea otro paso para ir a una vivienda de usos compartidos y lograr la autonomía personal que les permita acceder a una vivienda protegida y al mercado de trabajo, ha descrito Lorén.
Ha reconocido que no hay datos de personas que viven en la calle porque los datos son previos a la pandemia, pero ha estimado que son unas 35 personas el colectivo vulnerable de mujeres sin hogar en la calle. Ha estimado que las primeras llegarán a la Casa Abierta este mes y se trabajará a pleno rendimiento para el siguiente mes.
El centro cuenta con seis plazas y está basado en el denominado modelo de ‘baja exigencia’, dirigido a un perfil específico de personas sin hogar, que presenta especiales dificultades para su inserción social y laboral, así como para mantener las normas habituales de convivencia propias del Albergue y de otros recursos.
Se les facilitará no solo la cobertura de sus necesidades primordiales, sino también compañía, actividades lúdicas, promoción de habilidades sociales y acompañamiento a servicios sanitarios, entre otros.
En el funcionamiento diario de la Casa Abierta de mujeres colaborarán el personal técnico del albergue municipal con el equipo de trabajo social y voluntariado de la Parroquia del Carmen.