
Un grupo de ciudadanos turcos, que vive en Zaragoza, ha trasladado al Cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento su agradecimiento por el trabajo realizado en las labores de rescate tras el terremoto ocurrido el pasado 6 de febrero, que también sacudió parte de Siria.
Algunas familias turcas se han acercado hasta el Parque de Bomberos 1 de Zaragoza para llevar en persona productos típicos de su país, elaborados por ellos, con el fin de agasajar al equipo de salvamento que se desplazó hasta la ciudad de Adeyiaman, donde rescataron a una mujer de entre los escombros ayudados por perros.
Dulces realizados con pistachos, una gran bizcocho y el típico baklava han sido algunas de las especialidades que han cocinado estas familias asentadas en Zaragoza para mostrar su gratitud a este equipo de siete bomberos que ha permanecido seis días en la zona afectada. También les ha entregado un clásico ‘ojo’ turco, de gran tamaño, que cuelga de una bandera de Turquía, y que se exhibirá en el Museo del Fuego, junto a varias fotos de los trabajos de rescate.
En declaraciones a los medios de comunicación, el ciudadano turco, Ahmed Saglik, ha contado que tiene hermanos que viven en Adeyiaman, donde estaban los bomberos de Zaragoza y en otros familiares en otra zona también afectada. «Todos están bien pero un familiar de una cuñada murió por el frío, tres días después, durmiendo en el coche», se ha lamentado.
«Cuando ves –ha comentado– que han ido los bomberos de la ciudad donde vives sientes alegría y tristeza. Es una mezcla. Seguía las noticias todos los días, pero mi mujer no podía porque veía a las madres que perdían a los hijos».
«Están los españoles»
Ahmed Saglik ha subrayado que la comunidad turca asentada en Zaragoza, unas 50 personas, está «muy agradecida». «Mi familia en Turquía cuando ven los españoles en Adeyiaman me llamaron para decirme que están los españoles y les llevaban comida y agua de su casa porque es parte de la cultura y dan todo lo que pueden cuando viene una persona a tu casa para ayudar o salvarte».
Aunque no están organizados en ninguna asociación este medio centenar de turcos residentes en Zaragoza mantiene contacto entre ellos. También, puntualmente, acuden estudiantes de Erasmus, pero no se quedan a vivir y regresan a su país de origen, ha explicado.
El jefe de mando de bomberos, Enrique Mur, les ha devuelto el agradecimiento al señalar: «Casi estamos más agradecidos de este homenaje que ellos, que con toda humildad, nos han traído un montón de cosas buenas que han cocinado para nosotros».
En declaraciones a los medios de comunicación, Mur ha incidido en la satisfacción que les produce poder haber ido a ayudar porque es «muy complicado y se tienen que dar muchas circunstancias. Aunque pongas toda tu profesionalidad y voluntad no siempre triunfa».
«El operativo ha funcionado»
Para el equipo de rescate ha sido una experiencia positiva y ha reconocido que les hubiera gustado haber tenido más oportunidades de hacer algo más porque es muy complicado. «El agradecimiento es nuestro al pueblo turco por el afecto y reconocimiento que nos han dado».
Ante la avidez de información que tienen estos turcos residentes en Zaragoza, Enrique Mur ha contado que si no tienen contactos en el terreno es «casi imposible tener noticias de los familiares, propiedades y viviendas» y ha estimado que tendrán que pasar un tiempo incierto hasta que se restablezcan las comunicaciones.
Mur ha elogiado la disponibilidad de medios que tuvieron al llegar a la zona siniestrada. «En este tipo de catástrofes los gobiernos, sean del color que sea, se ven desbordados por necesidades logísticas y nos llamó la atención que nos pudiéramos desplazar en esos rangos cortos de tiempo y disponer en el terreno de maquinaria pesada».
«Ha funcionado –ha subrayado– y se ha ido trabajando con dificultades y carencias, pero la respuesta ha sido buena porque de las emergencias de salvamento, en las que he participado en mis 20 años de experiencia es de las que he visto más disponibilidad de medios».