Imagen de archivo. POLICÍA NACIONAL

Agentes de la Policía Nacional han detenido en la capital aragonesa a tres hombres de 24, 34 y 40 años, como presuntos responsables de varios robos con fuerza en domicilios y pertenencia a grupo criminal. Todos son de origen georgiano.

Tras un gran dispositivo de seguridad llevado a cabo el pasado día 28 de junio, varios agentes de la Brigada Regional de Policía Judicial localizaron y detuvieron a estos tres hombres en la calle Molinos. Entre otros efectos, los agentes incautaron tres vehículos y más de 700 euros en efectivo.

Además también se localizó una pequeña pieza metálica y plana, específica para la técnica de ‘impresioning’, con la que los ladrones realizan falsificaciones de la llave original para poder acceder sin causar daños en la cerradura, ha señalado la Jefatura Superior de Policía de Aragón.

Los tres detenidos, uno de ellos con numerosos antecedentes, pasaron este jueves a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia, decretando para todos ellos su ingreso en prisión.

Es por ello que agentes del Grupo de Robos de esta Jefatura intensifican, durante el verano, la presión policial sobre las bandas y grupos de carácter itinerante que se desplazan a Zaragoza para cometer estos robos en viviendas.

El ‘modus operandi’ de estas organizaciones consiste en seleccionar las viviendas, sobre todo en periodos vacacionales, y marcarlas con señuelos de plástico o hilos de pegamento, para comprobar si los moradores se encuentran fuera de la ciudad, para poder perpetrar el robo.

No obstante, no solo actúan durante estas fechas concretas. Entre semana no emplean marcaje de puertas, sino que llaman a interfonos con alguna excusa o escuchan a través de la puerta, incluso pueden llegar a desmontar la mirilla. En estos casos escogen el objeto de robo en el momento y suelen actuar en horario matinal, cuando las víctimas están trabajando.

Para la apertura de las puertas de las viviendas, los malhechores suelen usar artilugios especializados, propios de cerrajeros, para no causar daños aparentes en las cerraduras y evitar llamar la atención de los vecinos, quienes alertarían a las fuerzas y cuerpos de seguridad.