España mantiene el IVA máximo, el 21%, en la compra de mascarillas. Este dato resulta, en plena pandemia, difícil de explicar. Las mascarillas no son un artículo optativo, sino obligatorio. Han venido para quedarse mucho tiempo y por ello el Gobierno de España tendrá que abordar la modificación de este impuesto. Un uso correcto de las mascarillas higiénicas (sólo un uso de las higiénicas cada cuatro horas) conlleva que una familia media pueda gastar más de 3.000 euros al año. En España, se paga el mismo IVA por comprar un paquete de mascarillas que un paquete de tabaco.
Una norma europea de 2006 prohíbe a España bajar unilateralmente el IVA del material sanitario, circunstancia que ratificó el Tribunal Europeo en una sentencia de 2013. En esta normativa se ampara el gobierno español para justificar que las mascarillas tienen un IVA cuatro veces mayor que nuestros vecinos europeos. Así lo dicen los datos:
–SIN IVA: italianos, británicos, holandeses y belgas están exentos de pagar IVA cuando compran mascarillas. Esta medida tendrá vigencia hasta que dure la pandemia.
–IVA reducido. Aquí se encuentran la mayor parte de los países de la comunidad europea. Alemania y Francia, el 5,5%; Portula y Grecia, el 6%.
-IVA intermedio. Rusia, Austria o la República checa tienen IVAS intermedios, entre el 10-20%.
–Mayor carga fiscal para las mascarillas. Países como Dinamarca tienen un IVA aún mayor que en España, el 25%, aunque sus ciudadanos no tienen que usar obligatoriamente las mascarillas en todos los lugares. Este uso obligatorio en todos los espacios públicos sólo sucede en España e Italia.
En nuestro país el precio máximo regulado por ley es de 95 céntimos, mientras que en países de nuestro entorno es sensiblemente inferior. En Italia, 50 céntimos, en Portugal, 20 céntimos. Esta polémica comparativa la ha hecho viral un ciudadano español que fue a comprar mascarillas a Portugal y contó lo sencillo y barato que resulta en el país vecino en comparación con el nuestro.