
El Ayuntamiento de Zaragoza dedicará 25.000 euros para combatir el abandono escolar de niñas gitanas y fomentar el retorno educativo de las mujeres que en su día abandonaron los estudios generalmente para hacerse cargo de las tareas del hogar y por casamiento.
Estos objetivos se plasman en un convenio que ha suscrito el Ayuntamiento de Zaragoza y la Asociación de Mujeres Gitanas Romi-Cali por el que se impulsa este programa de refuerzo educativo en siete centros escolares ubicado en los distritos donde más población gitana albergan como son Torrero-La Paz y Oliver.
La concejal de Igualdad, María Fe Antoñanzas y la presidenta de la Asociación de Mujeres Gitanas Romi-Cali, Pilar Clavería, han presentado este convenio.
María Fe Antoñanzas ha señalado que la discriminación de las mujeres gitanas es doble: por su género y porque hay «prejuicios» sociales y culturales a los que se enfrentan y que solo se minimizan con la educación y formación para romper esos roles y estereotipos creados.
Según datos de la estrategia aragonesa, hasta los 14 años los niveles de escolarización de la población gitana son muy similares a los del conjunto y es, a partir de los quince, cuando el número desciende progresivamente. A los 16 años, un 44,5 % no cursa ningún tipo de estudio frente al 6,5 % por ciento en la población general.
La mayor diferencia entre los niveles de escolarización se alcanza a los 18 años, con 50,4 puntos porcentuales de diferencia. A ello se añade que las tasas de escolarización de las mujeres gitanas son inferiores a las de los hombres gitanos, al contrario de lo que ocurre en el conjunto de la población.
Además, el abandono escolar en las niñas comienza a ser significativo a partir de los 12 años, mientras que en los chicos se sitúa en torno a los 14 años de edad. Las principales razones que apuntan las niñas para dejar de estudiar son los motivos familiares, como el casamiento o labores de cuidado dentro del hogar.
En Aragón, según los datos de la Estrategia Integral para la Población Gitana, un 36,3%de los mayores de 16 años no tienen ningún tipo de estudio formal, el 55,7 % sólo tiene estudios inferiores a Secundaria y sólo el 7,8% tiene el graduado escolar. Un 0,2 % ha superado el bachillerato o un grado superior.
«La intención es trabajar para que niñas gitanas del futuro no tengan esas desventajas que generen desigualdades», ha abundado Antoñanzas.
La presidenta de la Asociación de Mujeres Gitanas ha asegurado que con estos proyectos se abren las puertas para facilitar que las niñas estudien, y ha estimado que se necesitan más de 120.000 euros, pero se conforman con 25.000 euros para abrir camino y ver los resultados de este proyecto.
«Queremos que nuestro pueblo avance porque, además, la mujer es tenaz, constante y no tiene pereza y arrima mucho el hombro», ha descrito Clavería para asegurar que entre el colectivo gitano «hay chicas muy listas que hay que sacar adelante para que sean ellas mismas las que se ganen su vida y tengan su futuro».